Destino: La montaña de 7 colores, El Vinicunca en Cusco.

Y salimos en horas de la mañana desde el aeropuerto Jorge Chávez y una hora después llegamos a la ciudad del Cusco. Llegamos a casa de la familia donde pudimos descansar y almorzar, la comida estuvo deliciosa.; y luego, horas más tarde nos dirigimos hacia el centro de la ciudad a buscar una agencia de turismo que nos llevara a conocer la popular montaña de 7 colores. Después de visitar varias de las agencias pudimos dar con una que nos daba confianza. Acordamos que nos recogieran a las 5:00 am del lugar de nuestro alojamiento. Cabe mencionar sino lo conté anteriormente, que éramos tres personas las que iríamos, mi esposa, mi hijo y yo.

El vehículo que nos iba a transportar llego a la hora exacta, después tuvo que recoger aún algunos otros turistas en sus respectivos hoteles. Cuando ya estuvimos todos en el vehículo nos dijeron que el viaje duraría 3 horas y algo más. En el transcurso de este emocionante viaje pude ver hermosos paisajes del pueblo y el campo que lo rodea, llenos de animales, como las llamas, alpacas, ovejas y otros. Todo era muy pintoresco, ya habíamos avanzado bastante del trayecto cuando de repente nos encontramos que la carretera se encontraba bloqueada por derrumbe que obstruía nuestro viaje. Las pesadas maquinarias del municipio ya estaban dándole solución, pero aun así nos demoró el viaje.

Un pequeño accidente llegando ala Montaña de 7 colores
Un pequeño contratiempo al comenzar la ruta hacia la Montaña de 7 Colores.

Lo bueno fue que estábamos cerca al lugar donde íbamos a desayunar, así que caminamos unos 300 metros juntos a otros visitantes con los cuales compartimos la misma suerte; en nuestra caminata también nos acompañó el río, un pequeño puente que lo cruzaba y sus hermosas áreas verdes. Llegamos con algo de frío a desayunar, una variedad de alimentos para desayunar, la quinua con leche fue el que más me gusto.
Ya superado el accidente de carretera nuestro vehículo pudo darnos alcance y seguimos nuestro paseo. Poco a poco me di cuenta que perdíamos de vista el pueblo y sus casas de adobe, ahora solo veía cerros que en sus cumbres estaban llenos de nieve, el frío lo sentía más intenso y pensé que me daría el temible soroche, y no era para menos pues ya pasábamos lo 4000 msnm y el aire se sentía enrarecido y tuve un mal presagio.

En el Paradero de buses a la Montaña de 7 Colores
Ya baje del transporte y ahora comineza la caminata hacia el Vinicunca.

Llegamos al control de ingreso al inicio de la caminata, pagamos nuestro boleto de entrada, y pudimos bajar del vehículo en el estacionamiento del lugar (Un amplio descampado) donde se encontraban todas las demás empresas de turismo. Ya estábamos en el lugar de partida hacia la montaña de colores, que para mí sentir estaba bien lejos, pues no podía divisarla desde donde me encontraba, solo veía un espectacular, majestuoso, hermoso paisaje (me faltan palabras para describirlo) y me dije para mis adentros - “que lindo es mi Perú” – bueno, volviendo a mi realidad me di cuenta que haría un frío tremendo, si a eso le sumamos la altura ¡Ufff!
Avance un pequeño tramo y sentí que se me cerraron los pulmones, no pude respirar, ni andar, observe unos caballos y pregunte si lo alquilaban (¡noooooo, los regalamos!) jajaja. Si señor me contestaron, entonces dije “Yo mismo soy”, no termine de hablar y ya estaba encima del caballo y como guía tenía una cusqueña. Ahí a paso de trote del caballo, observaba toda la belleza e inmensidad del paisaje – debo acotar que había dos senderos, uno para los visitantes y otros para los caballos, este último al lado del precipicio – cuando de repente me encontré por los aires, ¿Qué pasó?, mi caballo se encontró con otro caballo que volvía y sin motivo aparente comenzaron a pelearse, pues como se dice en la jerga cotidiana, “pagué pato”, ¡Plop! De cara en el sendero, aunque pude contenerme algo con las manos, hombros, espalda, pierna ¡Auchh! El resultado de la aparatosa caída fueron raspaduras, golpes en el cuerpo y una revolcada para no olvidarse, algo de sangre en la cara y la nariz… Los huesos parecían haberse movido de su lugar, por aquí decían que me había descuajeringado, jajaja. Algo que había omitido es que ya soy una persona de 7 décadas. 

Con Caballo hacia el Vinicunca
Un camino que vale la pena recorrer hacia el Vinicunca.

Me propuse concluir mi viaje, así que tuve que montar a otro caballo para así poder llegar a la cima, ya que lo sucedido ocurrió a medio camino y faltaba un buen tramo, imagínense el dolor que tuve que soportar hasta llegar al final.
Baje en el parqueo de caballos, pues ya no avanzan más por el escarpado cubierto de hielo que seguía; desde ahí se tenía que caminar unos 400 metros más, ya se pueden imaginar la tortura que sufrí para llegar, pero finamente llegue. Esto no lo cuento para desanimarlos, todos no van a caerse del caballo ni estar en base 7 como yo, pero la verdad valió la pena todo el sacrificio porque lo que observe era algo maravilloso, la impresión que me causo la montaña de colores fue colosal, se me fue todos los dolores habidos y por haber y me dije que todo se puede con actitud y coraje.

Acá comencé a maravillarme con la obra del señor, disputé amablemente con otros turistas el lugar más adecuado parta filmar y fotografiar y recordé parte de ese famoso vals “Ricas montañas, hermosas tierras… es mi Perú”, tienen que ir a verlo antes que les venga el otoño de la vida en la que será más difícil pero no imposible. Cusco no es solamente Machu Picchu, tiene muchos más atractivos y uno de ellos es la montaña de colores.

Los turistas llegan tras larga caminata.

En la cima de la Montaña de 7 Colores.
 

Un reencuentro esperado con los amigos de juventud: "Los Rangers"

Siempre tuvimos las ganas de un reencuentro con los amigos y pudimos hacerlo en el año 2016, los amigos del club de fútbol "Los Rangers". Después de muchas veces postergar el reencuentro por fin lo conseguimos. 

Aquí unas fotitos de aquel bonito reencuentro.

Reencuentro de amigos
Los Rangers.

Los Rangers
Amigos del barrio
Amigos del fútbol
El reencuentro

Los Rangers
Muy alegres

Y bueno un recuerdo de la fiesta de reencuentro de "Los Rangers":




Más anécdotas del Ayer

Con mi amigo Wilder después de unas de las tantas borracheras con los tíos del barrio, recuerdo a Paredes, Mostacero y otros cuyos nombres no me vienen a la mente en este momento, pero sé que fueron como 6 mulas (botellitas de trago) las que bebimos y luego nos dijimos, estamos mal - como vamos a llegar a nuestras casas estando así - vamos a dormir a la chala y así lo hicimos, al siguiente día nos despertamos temprano y Wilder amaneció con el ojo hinchado, ¡Alfredo hemos tenido una bronca! Alguien me pregunto, no le dije en ese entonces que solo había sido un bicho de la chala que le había picado el ojo.



 

Anécdotas del ayer

 En una oportunidad invite a mi amigo Nene al balneario de Pucusana que queda a 60km de Lima, fuimos en el ómnibus de mi chamba y llevamos nuestra comida, la cual habíamos preparado un día antes en un tremendo ollon, ya que mi compadre era bravo con la cuchara. 

Transcurría el tiempo y llegamos después de 3 horas, ya eran las 2pm y ya se imaginan con que filo estaba mi compadre; y para piña nos habíamos olvidado las cucharas y no encontrábamos donde prestarnos o comprarlas, le tenemos que meter mano nomas dijimos, menos mal que estábamos cerca de la playa y encontramos unos choros (los de comer porsiacaso) recogimos unos cuantos de ellos los abrimos y con la valva almorzamos toda la olla, lo hicimos en aproximadamente en 15 minutos. 

Balneario de Pucusana
Balneario de Pucusana. Foto. ecsa.com.pe




Frases de Vida

Naturaleza.
Naturaleza al atardecer.
  • Los ríos no beben su propia agua.
  • Los árboles no comen su propio fruto.
  • El sol no brilla para sí mismo.
  • Las flores no emanan su fragancia para sí mismo.
  • Quien no sirve para vivir, no sirve para vivir.
  • Vivir para los otros es una regla de la naturaleza.
  • La vida es buena cuando tu estas feliz pero la vida es mucho mejor cuando los otros son felices por causa tuya.