ya no quiero tu cariño
si una vez te ame en la vida
no lo vuelvas a decir.
Me contaron tus amigos
que te encuentras muy solita
que maldices a tu suerte
porque piensas mucho en mi.
Es por eso he venido
a reírme de tu pena
yo que a Dios le había pedido
que te hundiera mas que a mi.
Dios me ha dado este capricho
y he venido a verte hundida
para hacerte yo en la vida
lo que tu me hiciste a mi.
José Alfredo Jiménez.